Mis buenos lectores:
Existen libros excelentes que muchas veces por el tono de la historia o como se vende la historia terminan olvidados, relegados a la balda más oculta o casi, incluso expurgados. Este libro cuyo protagonista es Diogenes A. Xenos es uno de esos libros. Un libro donde el protagonista parece decirte:
"Al final me verás en la Real Puesta del Sol,
alzándome en el Pegaso a los cielos de los libros,
para recordarte con mis lentes tus palabras."
Más este es un libro, tristemente, condenado. Pues, aunque, hay que reconocer que estamos ante un novela de aventuras con un inicio terrible pero muy real y concidente con la realidad todavía hoy en día de muchos países no sólo de America del Sur. Sucede que se ha presentado muchas veces como una novela romántica o romántico-erótica estropeando la capacidad que podría tener de atraer a un lector que la ve ante si. ¿Quién tiene la culpa de esa apreciación? No podría tener la certeza, pues muchos libros de crítica social en algún momento se publicaron como novelas románticas.
Si miramos a la novela vemos que en ella el protagonista casi nos recuerda a Rafael Gómez Ortega dentro de un ruedo. Más este es un ruedo bien estudiado por el autor Harold Robbins con un modelo similar al de G.H. Gallup.
Su estilo narrativo tiene cierto toque naturalista que hace reconocer a esos héroes que luchan contra esos regímenes oscuros enalteciendo valores positivos de la sociedad.
Recuerda el poema o la obra poética De Vicente Gaos "Arcángel de mi noche" vendiéndose en apariencia como una maravilla de ganchillo escrita en palabras y que apasiona como la mirada a Gandia desde la orilla del río Serpis o de Hollywood desde sus colinas en primavera.
Eso si, es un libro para leer sin inhibiciones y siempre como si fuese la primera vez que lo coges o no es posible lograr disfrutarlo.
Por mi parte, os animo a leerlo y pedirlo para ello en la biblioteca más cercana (si no queréis comprarlo, claro).
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