"Una Dama Solitaria" de Harold Robbins

Amigos lectores:

Respecto a Harold Robbins hay obras que se tienen que leer y estudiar por su forma de hacer crítica social, política y humana. Tal como se hace en cuadros como "La balsa de La Medusa" o piezas musicales como "Ariel" de Robert Gerhard. Esta es una de esas novelas.

Con todo creo que la música perfecta para la lectura de esta obra no es la de Gerhard sino "Un americano en Paris" de Gershwin. Sobre todo por el ritmo narrativo que tiene la obra y ese compás que tiene entre cada escena, situación y diálogo donde parecen llamar versos que dicen:

"Creaste dos luces para aquellos,

que espíritus son entes bellos,

(...)

que en las miradas hablaron,

en los sueños de los que soñaron."

La verdad es que esta historia o viaje de niña a mujer y de actriz a escritora nos lleva desde un matrimonio con 17 años que termina mal hasta los bajos fondos y el mundo de la mafia. Un viaje al Hades del que logra salir gracias a su Orfeo particular. Con lo que estamos frente a una obra "basada en hechos reales" que atrapa desde un inicio y de la que no me extraña que exista versión cinematográfica.

Si, estamos ante una obra tremendamente actual que atrapa al lector como al observador esos cuadros florentinos con decorado de escenas bíblicas o esas obras que vemos en la Tate Gallery, en Nueva York, donde la estética concentra su atención en la belleza y el cuerpo humano como en las esculturas de Alberto Giacometti. 

La dureza de la obra está, no sólo en la comprensión de la parte oscura humana y de la sociedad, en ese mundo atado al caos, al sufrimiento, a la soledad, al vicio, al crimen...

Es una novela que tiene la capacidad de conmover al lector por la desesperación por ascender hacia ese mundo de los ricos y famosos, pero que el resplandor oculta que no siempre son lo que parecen.

Buena lectura para el verano y para los primeros compases del nuevo ciclo de lecturas en clubes y asociaciones de lectores; pero, también para cualquier lector.