Lectores:
Siempre que llego a este libro y lo leo recuerdo una de esas maravillosas greguerias de Ramón Gómez de la Serna que dice: "Las violetas son las ojeras del jardín". Dándome cuento que hacer una gregueria puede ser tan complejo como un haiku. Y, lo hace, además, en ese sentido excepcional de esas historias que siempre perviven y que perennemente son adaptadas a diversos formatos: cine, teatro; y, por supuesto, al mundo de las viñetas como novela gráfica. Por medio, como en el caso de la imagen libros ilustrados, series de dibujos animados...
Por mi parte me adentré por primera vez hace mucho, mucho, tiempo atrás en sus palabras mientras estaba convaleciente en el hospital tras una operación. La idea de la ciencia mezclado con la aventura del montañismo y la espeleología fueron un atractivo que me hizo a mar esta obra e incluso pensar en practicar montañismo o espeleología. Hasta que pensé en los peligros de estas actividades. Además, los personajes parecen esas obras esculpidas por Julio González como "Campesina" o como las poesías, canciones y letrillas que durante los siglos XVI y XVII resonaban por diversas ciudades de Europa y de forma particular en España.
El relato de la novela juega con esas historias de exploradores con un toque periodístico. Nos habla en ella tanto de la ciencia como de la sociedad, de la perdida tanto como del descubrimiento, del viaje que ayuda no sólo a ver cosas nuevas sino a conocerse a uno mismo, un poco en el sentido de C.S. Lewis en "El Retorno del Peregrino". Por qué si uno mira bien los personajes realizan un viaje órfico al interior de la Tierra, al Hades particular creado por Julio Verne y al recóndito pasado que recuerda obras como "El Mundo Perdido". Es precisamente por eso que no es extraño en que lugar del planeta termina surgiendo después de su viaje.
Y, si, como decía un amigo tiene también ese punto de cuento de hadas que recuerda a "Los Viajes de Gulliver" de Jonathan Swift.
Simplemente magnífica esta novela o si se da el caso novela gráfica como las publicadas ne su momento por la Editorial Bruguera. Yo siempre disfruto de leerla en el formato que sea. ¿Y vosotros?
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