Desde muy pequeño he estado leyendo cómic y, después, manga. Los leía cuando los chavales nos referíamos a todas esas publicaciones como tebeos, nos daba igual un "Mortadelo" que un fanzine cualquiera que nos llamaba la atención en librería pertinente de La Coruña. Una cosa que a mi me atraía de forma particular eran esas publicaciones que podrían tener personajes vinculados o no, e historias que podían o no ir en una misma línea. Por mis manos pasaron ejemplares de "TBO", "Fuera Borda", "DDT", "Super DDT", "Babarian", "Cimoc", y muchas otras unas más y otras menos subidas de tono (todo hay que decirlo).
Si, cada una de aquellas publicaciones me llevaron a soñar con participar en una de ellas. La revista "Fusquenlla" y el fanzine "York" me hicieron conocer un poco como funcionaban esos espacios en cierto sentido y fue con mi participación en la Suchan Gakko Jump cuando conocí la dureza de una publicación cuando se hace en serio.
¿A dónde quiero llegar con esto? Quiero llegar a "Punkdroid", ¡claro está!, y esas historias que contiene cada una con su forma, con su estilo pero con una serie de elementos compartidos. Consiguió que recordase por momentos a Alfonso Azpiri por un lado y, por otro, historias como "Valerian". Es como si tuviese un canal de TV donde emitiesen "Babilon 5", "Firefly", "Star Treck", Galactica" y "Buck rogers en el siglo 25" entre otras series incluyendo "Historias para no Dormir" o "La Zona Muerta". Eso es algo que me gustó de "Punkdroid" como publicación y conjunto de historias diversas.
En ella vamos a ver influencias, por así llamarlo, de obras como "Dominion Tank Police" o "Alita", incluso "Akira" pero en algunos el enfoque la presentación es un poco distinto con un aire más de cómic europeo de autor confrontado a otros cuyo estilo es cómic americano clásico o incluso de estética manga (no manga en si). Obras con unos inteligentes claroscuros y un tono que en ópera seri de barítono. Si, tiene ese aire de realismo fantástico, de tensión casi mística, de sensualidad que invita a mirar sus páginas una y otra vez en medio de la acción. Siempre la acción en la historia. Esa narrativa maravillosa que me trasladaba del mundo del cómic al del cine. Y, claro, siempre esta esa atracción hipnótica de esos personajes sino bellos si muy seductores cada uno en su rango, incluso los más terribles.
Para mi esta obra es como una versión del coctel Florida Punch al que cambiamos el ron negro por sale y el Whisky Bourbon por un licor de hierbas. Sus coreografías narrativas y visuales me atraparon como las imágenes en blanco y negro de aquellas escenas de ballet de "El pájaro de fuego" con Michel Fokine.
Definitivamente, no estamos ante una cripta del género punk y de la ciencia ficción o del terror; y, si ante algo que florece buscando dar un valioso fruto en los lectores tal y como sucede en el cine con las películas de John Ford o las de Milos Forman. Veo esta obra o publicación tan recomendable como escuchar la ópera "La Forza del Destino" de Verdi, pues cada una de esas historias podrían ponerse en uno de los 4 actos de la misma, pero no precisamente en el orden que ofrece Verdi a su ópera. Podríamos poner en un primera acto "Redundante", "El Ansia" y "La Chica que quería ser real". En un segundo acto "El ciclo", "El Proyecto Hawking" y "Hambre". En el tercer acto "Neon Princess X", "Jump" y "What a Wonderful World". Para terminar el cuarto acto con las que quedan "Partido", "SS Shield 43" o "Dirk y Delilah"...
Me ha sorprendido para bien y eso no sucede con muchas publicaciones de este tipo. Así que sólo me queda felicitar a todos los autores y autoras participantes. Han hecho un buen trabajo y, solo me ha quedado la duda de si Mary Bellamy tendrá algo que ver con cierto corsario o pirata llamado Samuel Bellamy o Black Sam Bellamy (se se apoderó del Whydah).
Así que si tenéis la oportunidad buscadla en vuestras librerías especializadas o donde toque según vuestra costumbre de adquisición habitual.
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