Lectores:
Había una canción de jazz, la hay, llamada "Lady be good". La he escuchado muchas veces y a cantantes distintos, hombres y mujeres, pero ese tono que le daba Ella Fitzgerald (cantante estadounidense) no siempre aparece o cuando lo hace es de forma velada como si la cantante o el cantante tuviese miedo de "competir" con Ella Fitzgerald. Creo que a esta obra le pasa un poco lo mismo si miramos a los escritores, narradores y cuentistas que de forma precedente trataron el miedo o el terror frente a los que participan en esta obra.
Sin embargo, debemos de darnos cuenta que es una obra coral, de varios autores y cada uno tiene su punto particular y personal por lo que es necesario que se le otorgue ese equilibrio de cuadros como "Isaac bendiciendo a Jacob" de Govaert Flinck, increíble pintor holandés, para lograr lo que se consigue que es algo parecido a esas danzas folklóricas eslavas con música de coreografías maravillosas como "Ondina" de Frederic Ashton.
Así los versos que resuenan al leerla y dicen:
"Sonarán las campanas de la iglesia,
tocando en la profunda noche,
enviando su mensaje en el silencio,
para aquellos que las puedan oír."
Llevan a ver esta obra como "El cazador maldito" del compositor franco-belga Cesar Franck , por esa imagen poético-lírica que traslada cada texto, cada historia, cada imagen que aparece en el libro y qu que sabe transicionar de forma maravillosa por una idea de miedo que actualmente como la libido según Freud en el psicoanálisis. Verdaderamente me gustaría saber que hubiese dicho de esta obra el señor Freud donde existe una teatralidad dramática nada frívola.
Es una obra que se lee rápido, es apetecible, variada a nivel narrativo y visual, y que siembra un fresco campo a la imaginación.
¡Buscadla en alguna biblioteca si pasáis por Galicia!
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