Amigos lectores y amantes varios del cómic:
Todo cómic ha de tener un comienzo donde el lector pueda ver que se va a encontrar en la historia que guardan sus páginas. Si, ver si es de fantasía heroica o de ciencia ficción o realista o de misterio o de humor...
Todo cómic nos puede llevar incluso a mundos posibles post-apocalípticos con sus héroes o heroínas y villanos, con gentes que sufren, los que son felices y también aquellos que buscan darles la paz u otorgarles la guerra.
Jean Michel crea "American Dark Age" más que como un divertimento para el lector si como una posibilidad que se nos ofrece tal y como podemos ver en otras obras y cómics como "Xenozic Tales" de Mark Schultz, "Neozoic" de Paul Ens, Joe Korim, Jessie Lam y Troy Peteri o la serie "Dark Angel". En ese aspecto me ha gustado mucho lo que he leído y visto.
Más en un cómic hemos también que tener en cuenta la ilustración. Por un lado a portada de Jacqueline Taylor me hizo sufrir mucho visualmente, no por ser mala precisamente. Me hizo sufrir por la valentía de su presentación en un mundo donde el color tiene una relevancia brutal. Ella con esa mucho guerrera en rojo oscuro, tal vez granate, sobre un fondo negro me impresionó. Posteriormente cuando observé el estilo de dibujo de los personajes y de los fondos no pude mas que sonreír al ver ese estilo que tanto me suele gustar y que me recordó a J. Scott Campbell y en otros que se dirigía más hacia el estilo de algunos manga. No se veía que chocase uno y otro estilo como he visto con algún otro cómic si no que tiene cierta armonía y eso siempre es positivo. Lo bueno es que mantiene la valentía de la portada con un cómic prácticamente en blanco, negro y gris donde juega con las sombras y nos deja algunas ilustraciones verdaderamente sensacionales.
En conjunto tenemos ante nosotros un trabajo muy fluido, continuo y uniforme en el que sólo se rompe esa uniformidad cuando se quiere alterar la perspectiva de lo que ocurre ante nuestros ojos.
En definitiva, este cómic tiene como base auténticos pilares que se nos muestran bien organizados y que sirven para mirar el país y el mundo, el pasado y el futuro (bueno, incluso el presente), actuando como un profeta o centinela que anuncia algo posible por que sus creadores ven mejor y más lejos que el resto. Una obra capaz de pervivir en la memoria del lector de cómics de forma general y de forma especial en aquellos que gustan de los cómic de autor.
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