jueves, 9 de enero de 2025

"Peter Pan" de James M. Barrie

Amigos lectores:

Hoy me siento un poco pirata y no un pirata cualquiera sino un poco Capitán Garfio. No, no en un sentido malo o negativo, ni en un sentido de perdida o desafío sino en el sentido de aventura que de niños transmitían libros como "La Isla del Tesoro" de R.L. Stevenson cuando se nos hablaba de los piratas, o de los corsarios si pensamos en "El Corsario Negro".

Por eso me alegra poder decir lo que ahora sigue.

Siempre, amigos míos, existen historias para leer en Navidad como "La vendedora de fósforos", "Cuentos de Navidad", "Cartas de Papa Noel"; y, por supuesto, "Peter Pan".

La obra de James M. Barrie es de esas icónicas con adaptaciones diversas desde las de Disney hasta las que han realizado distintas editoriales para ajustar el texto original a distintas edades para que el lector crezca hasta llegar a la obra tal y como Barrie la escribió. 

La magia de cada adaptación, incluyendo esta,  es que siempre hay elementos de la historia que se mantienen y que enganchan al lector de cualquier edad sea un abuelo leyendo para si mismo la historia como para su nieto o nieta, o si es un padre o una madre leyéndoles a sus hijos por la noche antes de dormir o que la leen para si.

La historia de Peter Pan ese niño que no quería crecer nos habla de nosotros mismos y de los que dejamos atrás de la infancia cuando nos hacemos adultos entre esas cosas perdidas como los niños de la historia, esa mirada que permite conocer la magia de lo inesperado, lo sencillo y lo que hace volar la imaginación, como esa magia que Campanilla ofrece.

Creo que es un libro mucho más profundo de lo que parece y quiero sugerir que lo leáis con la mirada con la que de niños y niñas lo leísteis, tal vez, o lo hubieseis leído. Si, con la mirada que hubieseis puesto en vuestra infancia si hubieseis tenido el libro en vuestras manos. Os invito a los jovenes, adolescentes y a los adultos a ello, a leerlo como niños de 5, 6, 7 u 8 años. Más a los que todavía sois niños  y niñas, si leéis mis palabras, leedlo con la esperanza de que tal vez ayude a que una parte de vosotros siga manteniendo siempre ese espíritu mágico que ahora tenéis y que os hace más especiales todavía de lo que los adultos normalmente pensamos.

Si, amigos. Estamos ante un libro maravilloso en cualquier versión o adaptación y esta que tengo ante mí no es una excepción.

"Eís os láseres" de Eduardo García Parada y Pío M. González Fernández

Aquí estoy amigos lectores deseando que tengáis un Feliz 2025 y que el tiempo navideño os haya traído muchos regalos:

Pienso que uno de esos regalos bien podría ser esta obra. ¿Por qué?

En muchas ocasiones llegamos a un librería o a una biblioteca y encontramos gruesos tomos de ensayos tratando sobre láseres. Y no es algo malo, pero algunas veces hay que ser cercanos. Por eso, para grata sorpresa este no es así.

Este ensayo prácticamente lo puedes llevar guardado en un pequeño bolso o en el bolsillo de un prenda de ropa, cuando el bolsillo tiene un tamaño normal, no penséis que coge en esos bosillitos minúsculos donde casi no coge ni un anillo de boda. Así que olvidaros de la imagen del libro en un libro excesivamente pequeño, pero si en uno normal de una abrigo, una chaqueta, etcétera tanto como en un bolso o incluso una bandolera.

A parte del formato otra cosa que me atrapó de la este libro es como presenta el tema de forma amena, cercana, nada pesada ni grandilocuente o técnica para ser un ensayo. Es un libro que se comprende y eso para el lector que se inicia en un tema significa comodidad a la hora de entender una explicación. Es, definitivamente, de esos libros que recomendaría tener como libro de aula y consulta en una biblioteca de aula para las clases de ciencias en colegios e institutos, sobre todo estos últimos, tanto como en bibliotecas públicas. Si, es un libro que me ha gustado en su conjunto.

Os invito a buscarlo y leerlo pues creo que os gustará. Ahora bien, está en gallego y no me consta en este momento si hay edición en español o en inglés, pero prometo decirlo en breve, si no recordádmelo. Es que tengo que rastrear mi ejemplar en la multitud de cajas que hay en el estudio.