Lectores:
Me saludó esta obra con personajes tan brillantes y románticos como fatalistas, llenos de acción y amargura de experiencias pasadas. Personajes bien integrados en cada espacio de la obra de Chris Priestley.
Casi podría decir que es una obra de corte contructivista como lo son algunas esculturas de Naum Gabo. Un ejemplo son los relatos "A talla do demo" u "O cadro dourado". Son todos ellos textos que recuerdan cuadros como "Retrato de Mrs, Graham" pero que se perciben como algo totalmente distinto, ajeno para algunos y dramático como el amor de Polifemo y Galatea.
Si, Chris Priestley en doce, no trece, historias, nos hace recorrer una nebulosa donde el centro es el Tio Motagne. Y, casi convierte cada relato en un juego con ese "humor" que domina a cada ser humano: sanguineo, flemático, colérico o melancólico. Así consigue convertir al lector en un galeote que llega, en una galera, indistintamente a Gales y Galicia.
Más se hablase de relatos como alimentos marinos diria que el orden sería algo así como anchoa, merluza, pescadilla, bonito, lubina, vieira, percebes, ostras, almejas, mejillones, tiburón y pulpo.
Eso sí, alguno de los textos me recordó obras como "La muerte en las calles" y "Perdido en su noche" de Manuel Galvéz.
Me ha parecido una obra interesante para leer durante unas vacaciones o algo parecido.