Lectores:
Recuerdo que la primera vez que en la clase de filosofía nos acercamos a Voltaire y a esta obra fue de la mano y guionista del escritor ruso Anton P. Chejov y su obra "Una historia desagradable".
Ninguno de nosotros dijo nada. No se nos ocurría que decir. ¿Porqué acercarnos a esa obra de un francés con una obra teatral de un ruso? todos pensábamos como vosotros ahora mis en lo extraño que resultaba ese hecho. Pensamos y pensamos. Mientras mi mente iba y venía como la de mis compañeros mi mirada se perdió fuera del aula a través de la ventana. Eso tal vez me salvó.
La profesora iba a decirme algo y... Justo entonces sonó el timbre. Había sido suerte pero la suerte del pensador que tiene ante sí un reto que no depende sólo de sí mismo, si no también de entender ese gran tablero que se había puesto ante mi. fui a la biblioteca y leí a obra de Chejov. En casa leí a Voltaire, pero no esta obra si no otra que tenía en casa en las estanterías desde hace mucho tiempo atrás. Después me aventuré, como os invito a vosotros, a leer esta obra de Voltaire sobre la tolerancia y sobre que es o no tolerable en la sociedad o hasta que punto podemos tolerar ciertas cosas.
Comprendí a la profesora de filosofía en ese momento. Voltaire con esta obra nos invita a coger esa cartera o mochila negra que guarda nuestros conocimientos, respirar hondo y caminar por el pasillo de la vida donde nos encontraremos con gente diversas con conocimientos distintos a los nuestros , culturas diferentes, anhelos de los más variopinto. Voltaire con su obra nos invita a no ser verdugos, si no quien comprende a quien tiene en frente a así y lo salva de la horca sin transgredir ni sus ideales ni los propios.
Si, una obra esta de Voltaire que parece imposible en nuestra sociedad tanto como en la que Chejov expresa en su obra porque aunque todos conocemos las reglas de la casa siempre hay quien desea trasgredirlas y con la dosis de tolerancia necesaria eso no de debe de consentir a ningún precio.
Una cosa es ser tolerante y otra cosa es dejar que cada uno haga lo que se le antoje y por encima lo vitoreemos y aplaudamos.
Voltaire como si fuésemos sus alumnos parece decirnos: "Atended, atended", más aun estando nervios transmitir una calma, paz y tranquilidad necesarias para entender la verdadera tolerancia y ser tolerantes.
Me gustó leer otra vez esta obra en gran parte por qué me hizo pensar en la primera vez que me la enfrenté, ahora ya con un equipaje y bagaje mayor en cuanto a lecturas y conocimientos distinto del que entonces tenía y que tal vez me permite ver mejor por que la profesora enlazó la obra de ambos autores para que atendiésemos y meditásemos.
Si tenéis la oportunidad. Buscad esta obra de Voltaire, leedla con atención y meditad.
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