Hoy vamos ha hablar en este post de la novela "El Camino Difícil" de Lee Child, una de las obras de la saga de Jack Reacher.
Recuerdo que en el año 2013 publique un el blog de "Reseñas literarias" las siguientes palabras: "Cuando inicié la novela pensé que sería una novela de misterio más, otro thriller policiaco con el que pasar el tiempo. Me equivocaba. El autor muestra pecado tras pecado hasta donde llega el orgullo, la soberbia del empresario que contrata al protagonista. Y este demuestra a través del protagonista que para la adversidad del orgulloso no hay remedio, pues el mal ha anclado en él sus raíces oscuras. Me gusta pues hace que el protagonista y su acompañante vayan desvelando los enigmas del caso hasta descubrir la verdad.
La trama de la novela atrae al lector al ser muy cercana al efecto de la acción y la tensión de las películas. Es más que una lectura para pasar el rato aunque parezca esto mismo, una lectura para pasar el rato. He podido sentir al leerlo que tenía entre manos una muy buena novela negra con la dosis de intriga necesaria para interesar al lector y mantenerlo enganchado al libro. Aunque el autor nos muestra los libros sin otorgar muestras de presunción literaria ni descripciones impresionantes pero usa de un estilo inteligente y directa que atrae al lector."
Tal vez tenga ahora que decir alguna cosa más sobre ella.
Con obras como esta muchas veces hay quien realiza con sus palabras un leve maltrato a la obra por sugerir un mal trato de la obra al tema que trata o al genero en que se encasilla. Yo no lo creo así.
Tal vez muchas veces esas palabras no sean injurias pero si un hurto flagrante a la verdad. Eso todo comentarista y critico sensato tiene que denunciarlo cuando hace su propio comentario o reseña aunque no diga nombres (eso queda muy feo).
Para mi esta es una pena novela, ágil y que distrae al lector, un buen thriller de misterio, donde existe el perfecto equilibrio de competencia y reparto entre narración y diálogos, entre acciones de los personajes y hechos, entre lo que podemos encontrar y lo ausente. Se podría decir que la obra es un gran juicio en el que hay diversas citaciones, testigos, méritos, perjudicados y algún culpable que el lector tiene que ir reconociendo a medida que va leyendo para realizar la identificación que corresponda.
Me gustó su ritmo, como el autor juega con la historia convirtiéndonos en silenciosos testigos que ven los hechos, observan las pruebas, pero que no podemos declarar nada más allá de lo que es asistir desde el Olimpo de nuestro salón a lo que sucede.
Creo que Lee Child no usa la premiso equivocada para realizar ese juego con el lector si no un flexible y que se amolda como un guante a la historia que nos quiere narrar. Ante ello cada uno de vosotros como ahora hago yo sólo puede realizar una declaración o como un juez emitir un juicio siempre apelable ante el criterio de otros lectores que pueden o no compartir la apreciación que uno tiene sobre la obra, pues cada lector tiene una apreciación distinta de la lectura de un mismo libro. Eso es lo maravilloso, lo mágico lo que permite que se pueda debatir libremente sobre una obra.
En fin, una obra que os recomiendo.
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