Sir Arthur Conan Doyle (si, hoy le pongo el "Sir" que si no se me quejan los de ultramar), Bram Stoker, Mary Shelley son nombres que no me son desconocidos como posiblemente a muchos de vosotros pues Sherlock Holmes, Drácula o Frankestein en algún momento se ha cruzado con nuestras vidas de lectores.
Son autores y personajes inconfundibles e incluso diría únicos. En realidad lo son y no hay otra cada persona y personaje es único aunque quiera parecerse a otro. Así tropecé con esta obra. Una obra que me los ha hecho retomar como si renaciesen nuevamente ante mis ojos como si estos ojos míos fueran los de un buscador de mitos y leyendas.
El autor ha retratado en la misma el estilo de los autores antes citados como si fuese su obra una fotografía o una copia de un texto en cadena escrito por esos autores tiempo atrás y oculto para nosotros hasta este instante.
La verdad el comienzo de la obra convierte a esta en algo distinto de lo que como lector vi en los primeros párrafos que llegaron a mi de rebote tras leerlos un compañero del Club de Lectura. Me llamaron la atención pues nos hace partir de la Luz a la Oscuridad como si fuésemos Anakin en Star Wars a través de una extraña penumbra para enfrentarnos al examen de posibilidades de supervivencia de aquello a lo que no estamos preparados para encontrar.
La única pega que he tenido al respecto de su lectura y contenido es tener que leerla en formato digital, creo que en papel estaría genial y disfrutarla leyéndola mucho sentado en el sofá al calor de una estufa o una chimenea.
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