A los que llegáis a este blog:
Confusión. Esa es la palabra con la que quiero iniciar este comentario. La razón es que cuando se emitió el anime recuerdo que muchos pensaron que era de Akira Toriyama (error que se repartiría con otro del que hablaré en un futuro, espero no muy lejano). A muchos de mis compañeros tuve que decirles que se fijasen en los créditos y, después, buceando un poco en la información apareció algún otro nombre más. Así aparecieron entre 1989 y 1996 los nombre de Nobutaka Nishizawa, director del anime; y, sobre todo los nombres de Riku Santo y Koji Inada. Lo que teníamos entonces era "Dragon Quest: Las aventuras de Fly" (o Day, como he visto escrito en muchos sitios).
Un año después de este manta (y anime), me refiero al citado antes, nos encontramos con esta obra de Masaomi Kanzaki que en muchos sentidos a los lectores nos vuelve a recordar aquel error primigenio pero con su parte de razón de ser. La razón es que muchos de los diseños de personajes de "Dragon Quest" el videojuego de rol fueron realizados por Akira Toriyama y Kanzaki como anteriormente quien se aventuro en adaptar repiten el estilo de Toriyama. De hecho, Masaomi Kanzaki lo repite muy bien en este manga que tenemos aquí aunque con ligeras diferencias que denotan su propio toque como mangaka.
La obra esta dividida en 5 capítulos que bien podrían ser solo 4 pues los dos últimos se podrían fusionar en uno sólo largo. son los siguientes: "Botsu", "El festival de los espíritus", "El Viaje"; y los dos que se titulan "La Torre del Desafío".
Sí, tenemos una historia de fantasía, de héroes y villanos, de magia y espada, que transmite perfectamente el espíritu de los juegos de rol sean o no en formato de videojuego. Una historia bien enlazada donde se denota la práctica en estas adaptaciones del autor. Un gran trabajo que aplaudo, aunque quizá no sea del todo imparcial en ello.
Excelente en el estilo de dibujo que ofrece al lector que casi podría ser una muestra más de la "escuela Toriyama", pero que me parece que no lo es por algunos matices que se perciben en el trabajo y la forma de ir presentando los personajes. Consigue además dar un énfasis a la narración visual que nos entrega página a página sin tampoco darnos grandes sobre saltos.
Me ha traído buenos recuerdo y es este un número que se puede leer casi a cualquier edad. Así que no os cortéis y entrad si miedo en sus páginas.
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