Lectores:
Esta es de esas obras que por sí solas nos piden que digamos: "Aquí estoy, voy a leerte y a hablar de ti en la medida que sepa y pueda". Esa es una invitación que pocas veces se da en esa conversación a tres bandas entre lector, obra (novela en este caso) y autor.
Más hablar de obras como esta es complicado en ocasiones porque los escritores son los padres de la historia pero cuando la historia va más allá de su mente ellos o ellas no dejan jamás esa paternidad. Bueno, o maternidad no nos pongamos complicados con eso del uso del lenguaje. Cuesta porque la historia y la narración está muy bien cuidada, bien manejada por su autor; pero que a algún lector le puede parecer que es más una lectura para un club de lectura donde la van a leer todos y van a hablar fantásticamente de ella pero al que ningún otro puede acceder.
No es el caso de esta novela de Julian Sánchez. Es cierto que tiene una narración cuidada y está bien manejada la historia y el ritmo por su autor. En ella vemos muchos elementos que colaboran y a la vez nos deja a cada paso huecos vacíos para jugar con el lector y que este colaboré activamente en su imaginación con la historia que se presenta. Lo hace de una forma que cuando llega el momento de desvelar esa parte que parecía hueca y vacía nos sorprende, nos pilla por sorpresa y con un "oh!" profundo.
La obra sea en el idioma que sea siempre es la misma: con sus personajes, paisajes, momentos brillantes u oscuros. Sólo cambia el lector y el momento vital de este que es siempre provisional, un extranjero en esas tierras y ciudades del libro (aunque sean las propias tierras y ciudades en las que vive), un traspunte que observa sentado en un banco o mirando desde un mirador como transcurren los hechos.
Para mi un de esas obras que algunas veces en las estanterías pongo unidas por lo que me transmiten no sólo con el texto narrativo que la compone si no por si título y que en mi estantería o balda habitual de lecturas se ven como "El Peregrino", "El Alquimista", "El Corsario" y otros títulos semejantes o que otras veces simplemente los pongo en la mesita junto a la cama a la espera de cogerlos y leer unas cuantas páginas cada noche antes de dormir.
En cualquier caso es una obra que engancha, pero que en mi caso no ha llegado al nivel de hacer que pasase la noche sin dormir leyendo. Tal vez a alguno de vosotros si le pueda pasar. En todo caso, espero que me contéis como os fue su lectura si os lanzasteis a leerla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí puedes dejar lo que te parece cada uno de los comentarios.