Mis lectores:
¿Quién no ha querido ser como Indiana Jones? ¿Quien no ha querido ser una Lara Croft? Esas preguntas serían con las que debería iniciar este comentario y dando tal vez una respuesta a ellas. En ocasiones los caminos llevan en otro sentido con obras como esta.
Algunas veces uno entra en una biblioteca, librería o tal vez un espacio de crowfunding y se tropieza con un libro que le llama poderosamente la atención y atrae, es lo que me paso con este a mi.
"(...) Hay en todo esto algo providencial que debe darnos esperanzas. Nosotros no vamos, se nos lleva. No buscamos, se nos conduce. Y, además, ved a todas esas honradas gentes dedicadas al servicio de una causa tan bella. (...)" Así decía Lord Glenarvan en "Los Hijos del capitán Grant.
Y es que los creadores hacen un servicio largo, eterno, perenne en el mundo de las historias, de los cuentos, de los libros y la literatura.
Las 15 historias o relatos de esta obra son textos maravillosos que como en un arca o un mágico barco llegan a nosotros a través del tiempo para invitarnos en este caso a ser diferentes tipos de buscadores de tesoros. Más algunas veces el tesoro no son el oro ni las joyas, no son las riquezas, sino el propio relato y es cuando descubrimos eso que "(...) No solamente triunfaremos en nuestra empresa sino que la llevaremos a cabo sin dificultad (...)." Lord Glenarvan continuaba diciendo en el discurso que anteriormente cité.
Para mi esa ha sido la magia de este libro, el tesoro que ocultaban esos 15 relatos, esas 15 narraciones, esas páginas que con historias distintas de diversas épocas y tiempos con más o menos fantasía que nos mostraran al leerlas cual debe ser el verdadero ser de un buscador o cazador, incluso como decía cierto cantante "ladrón", de tesoros.
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