Leer esta obra me ha hecho pensar en nuestro propio mundo en las gracias, los dones que cada uno de nosotros poseemos. Está claro que las gracias en nuestro mundo parece que no son similares a las de la obra... ¿o quizá si?
He descubierto que esta no es una mera obra de fantasía. Nos invita a usar nuestros dones de forma correcta, buscando la perfección, buscando ser mejores. Ciertamente, podrán decir algunos que no es como las grandes obras de la literatura de fantasía o fantástica, sin embargo, es una gran obra para iniciarse en el género.
Está claro que la autora Kristin Cashore ha puesto parte de su alma de su identidad personal, de su identidad filosófica e incluso de su identidad religiosa en esta obra. No es sólo, por tanto, una buena obra de fantasía, de espada, de magia y de leyenda, es también una unión espiritual entre la autora y los lectores. A mi me hizo pensar en muchas cosas de la vida cotidiana que normalmente no valoraba de la forma correcta. La obra así nos invita a hacer una autocrítica personal para saber si usamos de forma correcta nuestros dones, nuestras capacidades naturales.
No sé si a vosotros os parecerá igual que a mi. Espero que si os decidís a leerla os guste.
yo leí en su día esta novela y me encantó!!
ResponderEliminarTambién leí su segunda parte, Fuego, y todavía me gustó más!!!
Sólo hay que leer las contraportadas para que te acaben atrapando y seduciendo.
La última frase de la contraportada es la que engancha:
Mi gracia es matar!! (Buff, no hay mejor manera de despertar la curiosidad de un lector)