Amigos lectores:
Quiero empezar este comentario con una simple frase del libro:
"-Munial ha hablado."
Hasta ahora sólo "Assur" de Francisco Narla y "El Druida" de Morgan Llywelyn me habían entusiasmado de tal forma que trasladaron mi mente a ese pasado céltico, romano o medieval (en otros casos).
Algunos dirán ¿por qué medieval? Por que en los tres casos me traslado a esa forma narrativa medieval de las historias épicas, de los romances heroicos y los cantares de gesta.
Además, en el caso de esta obra me ha traído el recuerdo de mis estancias en los castros de Viladonga y de Santa Tecra. Ha sido como bucear por un instante en la historia. Es lo maravilloso y mágico de obras como esta.
Si hubiese tenido mejor tiempo esta obra la hubiese leído en un lugar concreto de la localidad en la que resido, Arzúa, el Castro Curbín. Creo que los que no tienen castros celtas si les animo a leerla en localizaciones romanas. Es algo integrador poder hacer eso.
Volviendo a la novela en si, leerla me ha recordado un poco a esa "Historia de Roma" de indio Montanelli pero sobre todo me ha traído al presente las clases de historia que nos daban en el instituto y también las de latín, incluso en esa retrospectiva me ha traído a algunas clases de literatura tanto española como gallega.
Es esta una obra que te hace preguntarte, ¿y si realmente pudiera ser lo que leo parte real de la historia? Es además una obra llena de determinación, y ¿en qué podemos encontrar esa determinación? Se puede decir que en esta novela la determinación es parte de esa fuerza constante que encontramos en los personajes y también en los hechos que se nos narran. Lo hace el autor mediante una narrativa que despierta nuestro "Espíritu antiguo" nuestra alma ancestral atreviéndose a entrar en ese lugar prohibido de la historia pasada, lo hace como un bandido o como un cazatesoros literario.
Su lectura sirve para ponerse las pilas y conectar con esa parte de la historia auténtica que hay en nuestra cultura donde radica el secreto de ideas como la de nación o de como se entienden ciertas realidades culturales en esta tierra en la que vivimos.
Se puede decir que esta historia es potente. Así que os sugiero su lectura.
Si hubiese tenido mejor tiempo esta obra la hubiese leído en un lugar concreto de la localidad en la que resido, Arzúa, el Castro Curbín. Creo que los que no tienen castros celtas si les animo a leerla en localizaciones romanas. Es algo integrador poder hacer eso.
Volviendo a la novela en si, leerla me ha recordado un poco a esa "Historia de Roma" de indio Montanelli pero sobre todo me ha traído al presente las clases de historia que nos daban en el instituto y también las de latín, incluso en esa retrospectiva me ha traído a algunas clases de literatura tanto española como gallega.
Es esta una obra que te hace preguntarte, ¿y si realmente pudiera ser lo que leo parte real de la historia? Es además una obra llena de determinación, y ¿en qué podemos encontrar esa determinación? Se puede decir que en esta novela la determinación es parte de esa fuerza constante que encontramos en los personajes y también en los hechos que se nos narran. Lo hace el autor mediante una narrativa que despierta nuestro "Espíritu antiguo" nuestra alma ancestral atreviéndose a entrar en ese lugar prohibido de la historia pasada, lo hace como un bandido o como un cazatesoros literario.
Su lectura sirve para ponerse las pilas y conectar con esa parte de la historia auténtica que hay en nuestra cultura donde radica el secreto de ideas como la de nación o de como se entienden ciertas realidades culturales en esta tierra en la que vivimos.
Se puede decir que esta historia es potente. Así que os sugiero su lectura.
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