Vivir con los pies en la tierra, vivir con los pies en el suelo, no implica desechar el humor y deleitarse con él.
Es lo que nos ofrece esta obra, con irónicos estereotipos de la realidad en una forma que incluso evoca el Siglo de Oro. Usa para ello el género epistolar, un género olvidado hoy por le uso de correos electrónicos y redes sociales.
Una obra que habla de experiencias y vivencias que pueden hacernos sonreír pero de forma sutil nos recuerda a dónde no hemos de retornar.
Puede inicialmente parecer una lectura ligera y divertida, pero si uno mira en lo profundo puede que llegue a arrancar tantas lágrimas como sonrisas. nos muestra de una forma muy especial la vida de los supervivientes de un época; y, aunque se hace imposible no reír, la verdad es que Ramón J. Sender a lo largo de esos capítulos consigue que como peces pequemos en el anzuelo de su forma de hacer literatura.
Os invito a buscar esta obra en la librería habitual o la librería a la que tengáis costumbre acudir.
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