Buenos lectores:
Algunas veces un libro llega para ser leído en un momento inapropiado o poco propicio para el lector. A mi me ha pasado con algunos, el primero "Carcere Verde" de Xavier Alcalá. Sí, por alguna razón un lector está con cierto sentimiento de oscuridad, de decadencia tal vez necesite un libro brillante y vitalista que lo despierte y le haga tener ganas de vivir. Más posiblemente no sea lo mejor un libro que perciba triste, melancólico, apagado...
Por eso creo que este es un libro que no se debe leer en esos momentos en que uno está "fuera de onda" o con "bajas vibraciones". que no se debe leer en tiempo en los que llega el recuerdo de aquellos que no están y no se debe ofrecer a aquellos a los que han coartado y coartan su identidad y sus capacidades de hacer cosas, no sólo para su bien sino para el bien común.
En mi caso, venía de leer "Pollyanna" de Eleanor H. Porter que me trajo muchos recuerdos del pasado: infancia (incluyendo estancia en hospitales), adolescencia. Me recordó lecturas de diversos libros bajo las mantas, a escondidas, con la luz apagada en la noche y una pequeña linterna. Y, enfrente, el libro. Con este libro intenté algo parecido, ya digo venía de ese recuerdo y de algún modo pensé en recuperarlo. No lo conseguí y por encima el libro como decirlo... No me gustó. Bajo todo ese brillo sentí una historia muerta. Sí, una historia muy bien contada, atractiva, donde uno puede reconocer muchas experiencias o situaciones, que puede reconocer a muchos lectores y sobre todo lectoras por dentro pero... muerta.
Le puedo dar a nivel de argumento, de historia, de personajes, de como aborda el tema de como se puede hacer caer a una persona (en este caso la protagonista es mujer) en ese ostracismo de lo cotidiano, de esa condición del ni lo intentes pues no te daremos oportunidad de lograrlo, en ese muchas veces helado lugar que puede ser la familia cuando todo se te cierra para atarte a una condición concreta que no es la deseada ni la que debería ser natural. Sí, puedo calificarla de magistral mirando todo eso.
Y, sin embargo, no me gustó. No sería un libro que regalaría ni a una mujer ni a un hombre. Alguien me lo definió como una suerte de cárcel y de lugar donde se lanzan reproches, anhelos, deseos y perdidas a la sociedad pero también a los lectores como individuos. No diría yo tanto. Yo sólo he visto un libro con un viaje personal donde el personaje central en vez de alzarse sobre las obras y la penumbra se va diluyendo en ellas. Nada más.
Reconozco que no era mi momento para leerlo. Necesito libros esta temporada que perciba vivos, vibrantes, alegres y luminosos. No lo percibí en este. no quiero libros deprimentes y que me hagan sentir desmoralizado con la sociedad y las personas, ¡ya suficiente tengo con ver lo que me rodea en el día a día! Mi anhelo es tener esperanza en la sociedad y las personas y en este caso esta lectura no me ha transmitido nada de eso.
Con todo, os invito a que si tenéis la oportunidad leáis este libro a pesar de mis incoherentes palabras escritas bajo La Luz de la luna que aparece entre las nubes, con lluvia y con frío.
