Esta obra llegó a mis manos hace un tiempo. La portada me pareció atractiva y, por tanto, me dispuse a leerla con la mayor calma y cautela posible, pues entraba en un nuevo mundo de fantasía, y eso siempre es como decía Tolkien algo muy peligroso.
Comencé la lectura emocionado tras leer las primeras páginas, me recordó la obra de algún otro autor como, por ejemplo, Tad Williams. Leí con fruición y comencé a ver los personajes que iban apareciendo y a perfilar los posibles protagonistas o los que me parecía teniendo en cuenta otras obras de fantasía los que parecían que lo serían. Y... ¡me equivoqué! De hecho el primero con el que contaba (¡Cuidado con el spoiler!) muere. Esa perdida y algunos elementos que usan algunos personajes a la hora de hablar, hace que en un comienzo muchos potenciales lectores de fantasía se alejen de la obra e incluso les parezca un mala obra literaria. He recibido varios comentarios al respecto por parte de personas que se pasan los días entre libros.
Ciertamente como otro lectores insatisfechos con lo que inicialmente leía debido a la inseguridad que me producía leer y comentar una obra como esta, confeccione una lista de todas las cosas que no me gustaban, cambios con respecto a los personajes y correcciones en cuanto al vocabulario de algunos de ellos. Hice esa lista lo mejor que fui capaz, esperando ponerla en el comentario.
Ciertamente como otro lectores insatisfechos con lo que inicialmente leía debido a la inseguridad que me producía leer y comentar una obra como esta, confeccione una lista de todas las cosas que no me gustaban, cambios con respecto a los personajes y correcciones en cuanto al vocabulario de algunos de ellos. Hice esa lista lo mejor que fui capaz, esperando ponerla en el comentario.
Seguí, a pesar de ello, adelante. Y, me arrepentí de aquella lista que había hecho.
Lo que llegó después me pareció más acorde con lo usual en las historias de fantasía y me recordó mucho el estilo de alguna de las obras de Reinos Olvidados.
Sin embargo, ahora después de haberla leído me queda el deseo de que hubiese sido más larga y poder deleitarme con lo que hubiese llegado después del final de este primer libro de la saga, y esperando lo que llegará después.
Aunque algunos personajes seguían soltando exabruptos de todo tipo pude ver que la obra aumentaba su atracción hacia el lector y, por tanto su calidad, me embebía más a medida que se iban pasando las páginas, y aunque, parecía que no terminaba de cuajar, iba, poco a poco, llegando al centro al que debe de llegar todo obra épico. Los héroes hicieron su aparición, la magia también, los peligros se volvieron algo patente, y sobre todo, mostró hasta que punto puede llegar la corrupción de los gobernantes. Por un lado, tenemos los excesos del emperador Belvann, por otro nos encontramos con los que hace Dashtalian que también es una muestra de corrupción.
Me sentí deslumbrado por la lectura de la obra. Ciertamente, se debe de leer. Me hizo llegar tarde a la comprensión de lo que realmente ocultaba la obra.
Para los lectores desacostumbrados a la fantasía y para los acostumbrados a la fantasía "al uso", esta obra es como un rompecabezas en el que parece, y digo sólo que parece, que falta una pieza fundamental que haga encajar todo.
Me sentí deslumbrado por la lectura de la obra. Ciertamente, se debe de leer. Me hizo llegar tarde a la comprensión de lo que realmente ocultaba la obra.
Para los lectores desacostumbrados a la fantasía y para los acostumbrados a la fantasía "al uso", esta obra es como un rompecabezas en el que parece, y digo sólo que parece, que falta una pieza fundamental que haga encajar todo.
Claro, nos falta la clave fundamental para entender lo que nos cuenta, no como historia de fantasía sino como metáfora del mundo real. Es cuando descubrimos esa metáfora cuando toda la obra adquiere una nueva coherencia, cobra nuevo sentido lo que se nos cuenta, y se abre el sello de la puerta del misterio, de la magia y del pasado.
He de decir que el descubrimiento de esta obra, es el descubrimiento de algo que se centra en lo mismo que hizo Tolkien mostrarnos un mundo alejado del nuestro, un mundo de fantasía y magia, donde poder mostrar lo que sucede en nuestro mundo real sin hacer daño a nadie ni levantar ampollas en diversos sectores de la sociedad. Pero, tampoco es exactamente eso, pues toma la fantasía de la literatura, las creencias, la capacidad de inventar nuevos nombres y mundos, adulando lo que estos tienen de nuestro propio mundo real y mostrándonos una sombra de este, haciendo que veamos la caverna en la que vivimos.
La verdad, al final, la obra me gustó más de lo que me esperaba pues ver el engañoso lenguaje de algunos personajes y ver desaparecer a alguno de aquellos que potencialmente podían ser protagonistas es algo que nos recuerda a los lectores un poco al Beowulf y también a películas como "Centurión". Tras su lectura he llegado al convencimiento que este autor puede darnos una grata sorpresa a los lectores de fantasía. Así que si lo deseáis podéis intentar leerla, quizá en un principio como me pasó a mí no os termine de llenar pero si avanzáis posiblemente descubráis que ahí algo en ella que atrapa al lector y que lo deja después de mil y pico páginas con ganas de saber el final de toda la historia.