A diferencia de lo que sucede con otros textos y novelas, en esta novela como en algunas otras, se ha podido convertir la mera ficción en una posible y potencial realidad. La autora inserta en la novela aquello que vemos a diario y también lo que procede de su propia imaginación. Así, se nos revela una obra, ciertamente, única y llamativa que brilla como parte de nuestra realidad, y, además, con una forma coherente con la realidad en cuanto a trama y argumento.
No es una mera fantasía o ficción sino que es una obra que procede de una realidad que proclama hechos, que exige determinar cual es la relación entre lo real y la ficción, y que muestra cuál ha sido el campo de actuación de la escritora de la obra.
Así constituido en una obra única y atractiva al lector nos enseña caminos, hechos, acciones que residen y emanan de los personajes por la mano de una escritora que une de forma indisoluble lo común y lo extraño, y nos enseña a reconocer donde están los límites del derecho, dónde está el límite entre el crimen y el castigo que se integran en la novela.
Está claro que a quién le gusten las novelas de intriga y misterio va a disfrutar con esta novela. yo, al menos, lo he hecho durante el tiempo que ha durado mi lectura de esta obra.
Animo, por tanto, a leerla cada uno a su modo, unos de forma apasionada, otros de forma tranquila y sosegada. Animo a degustarla como una comida , digerirla y después valorarla.
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