martes, 4 de enero de 2011

"El Escriba de Barro" de Lorenzo Mediano


Mis buenos lectores del blog:

Asiento que soy culpable por acción y omisión de no leer esta obra como era debido. Me pareció en ese momento un desgaste de nombres, hechos y personajes. Me equivocaba. 

Donde hay nombres el relato se torna más real. 

Donde hay hechos el autor intensífica la acción de la obra. 
 
Donde hay personajes el autor crea vidas que comienzan y terminan dentro del relato que la obra compone. 

La verdad es que nunca como en este caso había tropezado con una obra, por eso escribir sobre ella palabras tan repetidos como fantástica, increible, maravillosa, fabulosa... No llegan si queremos ser fieles a la realidad de la obra. 

Me ha hecho preguntarme si una obra hoy en día podría definirse como sublime. Es inconcebible pensar que obras sublimes son relagadas al bajas tiradas y obras de difícil concepción se publican "a lo loco".
 
Esta obra se libra de esa contaminación literaria, nos muestra una escala de valores propia que gustará más o menos. No es que sea mejor o peor que otras, no; es que muchos han perdido el sentido de lo literario.
 
Esta obra hace que recuperemos la capacidad de admiración. 

Nos ayuda a mantener la esperanza de lo sencillo, de los que no transmite ni orgullo ni prejuicios. 

En definitiva, así es esta novela. Vale la pena leerla.