Muchos lectores han llegado antes que yo a esta saga. He de reconocer que inicialmente me ví influenciado por algunos trailers de las películas vistos de refilón, y por los comentarios de algunos amigos lectores que me hacían ver la obra de una forma completamente distinta a la realidad.
El personaje central es Lisbeth Salander. Un personaje en una continua evolución pero que actua como un uróboros que se devora para volver a iniciarse, para renovarse.
Si nos fijamos desde el inicio en "Los hombres que no amaban a las mujeres" vemos que los abusos a las mujeres, los malos tratos, son un tema recurrente que se entremezcla con las acciones de los personajes principales Mikael y Lisbeth. Los sentimientos son parte de esta obra donde se mezclan investigaciones que llevan a acabar con una asesino y a desvelar una trama financiera con otras más relacionadas con los personajes.
Cuando continuamos con la lectura de la segunda obra vemos temas recurrentes sobre malos tratos, en este caso encuadrados en el tráfico de mujeres y la prostitución. En este caso aparecen con investigaciones: la del tráfico de mujeres que inician Dag Stevenson y su pareja que debía terminar con una denuncia, para luego concluir con una investigación policial en la cual basándose en pruebas circunstanciales acusan a Lisbeth de tres asesinatos. A la par descubre que su padre Zalachenco ha tenido más hijos e hijas, y que ella y Camilla no son sus únicas descendientes. La obra termina con Lisbeth en el hospital con una bala en la cabeza.
En cuanto a la tercera obra de esta saga, en ella se desarrolla la parte final donde la protagonista logra su plena libertad reconoce la amistad y finaliza todo lo relacionado con su padre.
La saga tiene la coherencia y complejidad de la realidad, el toque de las novelas de intriga, misterio y espías, mantiene ciertos elementos románticos y otros no tanto. Su lectura es amena, ligera, compleja, llena de intrigante realismo que captura al lector encerrándolo en una trama increíble. He de reconocer que me ha gustado. Me ha parecido una obra coherente, sencilla a pesar de su extensión y digna de un respetable estudio de cada elemento.
La recomiendo intensamente, sobre todo para los amantes de la intriga y el misterio, aunque también otros lectores pueden adentrarse en ella. He de reconocer que la perdida de este autor es una gran perdida para la literatura de intriga y misterio pero también para la literatura social.
Sólo me queda deciros: Disfrutad de su lectura tanto como yo lo he hecho. No os arrepentiréis,
El personaje central es Lisbeth Salander. Un personaje en una continua evolución pero que actua como un uróboros que se devora para volver a iniciarse, para renovarse.
Si nos fijamos desde el inicio en "Los hombres que no amaban a las mujeres" vemos que los abusos a las mujeres, los malos tratos, son un tema recurrente que se entremezcla con las acciones de los personajes principales Mikael y Lisbeth. Los sentimientos son parte de esta obra donde se mezclan investigaciones que llevan a acabar con una asesino y a desvelar una trama financiera con otras más relacionadas con los personajes.
Cuando continuamos con la lectura de la segunda obra vemos temas recurrentes sobre malos tratos, en este caso encuadrados en el tráfico de mujeres y la prostitución. En este caso aparecen con investigaciones: la del tráfico de mujeres que inician Dag Stevenson y su pareja que debía terminar con una denuncia, para luego concluir con una investigación policial en la cual basándose en pruebas circunstanciales acusan a Lisbeth de tres asesinatos. A la par descubre que su padre Zalachenco ha tenido más hijos e hijas, y que ella y Camilla no son sus únicas descendientes. La obra termina con Lisbeth en el hospital con una bala en la cabeza.
En cuanto a la tercera obra de esta saga, en ella se desarrolla la parte final donde la protagonista logra su plena libertad reconoce la amistad y finaliza todo lo relacionado con su padre.
La saga tiene la coherencia y complejidad de la realidad, el toque de las novelas de intriga, misterio y espías, mantiene ciertos elementos románticos y otros no tanto. Su lectura es amena, ligera, compleja, llena de intrigante realismo que captura al lector encerrándolo en una trama increíble. He de reconocer que me ha gustado. Me ha parecido una obra coherente, sencilla a pesar de su extensión y digna de un respetable estudio de cada elemento.
La recomiendo intensamente, sobre todo para los amantes de la intriga y el misterio, aunque también otros lectores pueden adentrarse en ella. He de reconocer que la perdida de este autor es una gran perdida para la literatura de intriga y misterio pero también para la literatura social.
Sólo me queda deciros: Disfrutad de su lectura tanto como yo lo he hecho. No os arrepentiréis,
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