Sé que algunos estaréis interesados en recorrer el Camino de Santiago y aquí tenemos una obra vinculada al mismo.
"Ten paciencia, lector, hasta al final de la obra." Parece decirnos esta obra, invitándonos a ser pacientes como los peregrinos al caminar.
El autor aguarda paciente transmitirnos el sentimiento de aquellos que se dirigen a Compostela dónde les aguarda el valioso fruto que su fe, sus creencias o sus razones han regado.
Tened paciencia nos dice, manteneos firmes en vuestro camino, porque en la vida como los peregrinos en el Camino nos cruzamos con mucha gente. A la vez, nos pone ejemplos de sufrimiento y de paciencia en la piel de los personajes que integra cada relato. En otros casos nos invita a recobrar la vista, a volver a ver lo que tenemos perdido u olvidado.
Se podría comparar este libro como un primer mensajero que prepara el camino para la llegada de la señal que invita a partir.
Este libro, por tanto, nace con una misión: hacer que sus lectores respondan a la llamada del Camino, ya sea como peregrinos o no. Hace, de esta forma, que el lector se sienta también uno de ellos.
Sin embargo, algunas veces la obra tiene algunos cuentos o relatos que parecen vagar en tinieblas, entre sombras, en la penumbra causada por otros relatos mejores que brillan como el gozo del peregrino al llegar a la Catedral, a la presencia del Apóstol. Estos también son necesarios para la obra y para el lector.
Es cierto que la obra mantiene la aparición de lo mejor de cada uno, que nos enseña a renunciar a cosas mundanas e incluso olvidar el día en que vivimos, pues esta es la magia, religiosa o no, que tiene ese viaje hacia Compostela.
El autor trata de hacernos llegar eso a los lectores, de hacernos ver la recompensa, el premio, que acompaña , precede y es encontrado por el peregrino o por aquel que está en el Camino. Para unos esa recompensa aparece antes y para otros se hace esperar a llegar a Santiago de Compostela. Así, justifica el inicio del camino, el convertirnos en nuevos "Gaiferos de Mormaltan" que heredan esa admiración que a unos hace meditar desde el corazón, y a otros dar gloria y alabanza a Dios por lo que ha visto y vivido en el Camino.
Creo que es la propia misericordia y esperanza que la obra transmite lo que la renueva en oleadas para salvarse y nos hace percibir la huella de la convivencia en el Camino. De hecho parece decir al lector: "Vamos, comienza el camino y vívelo; lleva por sus senderos la magia ilimitada y la alegría de la fe, y canta una canción a los peregrinos y viajeros, y a todas sus solitarias gestas. Así estarás al fin en comunión con tu espíritu y su espíritu."
En fin, es una lectura que hereda la magia de los cuentos de viajes y la inserta en el Camino de Santiago. Una recomendable lectura vayas o no ha hacer el Camino de Santiago.
También hay podcast: http://www.ivoox.com/2496117.
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