Estamos ante una de las obras representativas de la narrativa de Isaac Asimov.
La obra reconoce implícitamente la más profundo de nuestra sociedad, desde el drama hasta las bases ideológicas que parecen formar parte de la experiencia de los personajes de la obra.
Además de los atributos propios de la ciencia ficción o de la imaginación del autor, la obra es una verificación pública de un temor que hace que el lector vuelva a los orígenes de los sentimientos humanos.
Al leerla se puede decir que nos transmite un anhelo irrealizable en un tiempo pero que quizá otros si vean, y no sólo lo vean, sino que lo vivirán. Con ello nos deja un sentimiento de perdida, nos deja un vacío, que el autor rellena con una trama, un argumento y una forma de narrar que son sobrecogedores.
Es cierto, el estilo es el mismo que el de otras obras pero la forma de usarla es diferente. Se podría comparar a si Freud escribiese una novela de fantasía o de terror basada en sus conocimientos o sus estudios.
La verdad, esta obra hace una caracterización del espíritu humano que nos lleva a progresar positivamente como a guiarnos hacia nuestra propia destrucción; el autor escoge libremente, la forma de exponerlo, variando según la apetencia social del momento su forma de exponer el tema que trata la obra.
Me pareció interesante su lectura, pero por alguna razón no termino de convencerme del todo a pesar de que como obra de ficción me ha encantado.
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