lunes, 20 de junio de 2011

"La Guerra del Francés: La marca del traidor." de Amando Lacueva



Amigos Lectores:

Como suele pasar con las novelas de corte histórico si el lector desea comprender un poco mejor la ambientación, la forma de pensar y de actuar, debe documentarse sobre la época sobre la que va a hacer la lectura. Una vez hecho eso se inicia la lectura. Hacer los lectores una buena extrategía de lectura nos hace a los lectores capaces de captar aspectos diversos que de otra forma no se detectarían.

Así, de la forma antes citada, inicié la lectura de esta obra. Gracias a ello me fue fácil viajar con la mente al 24 de junio de 1811 (hace 200 años).

La obra no sólo tiene intriga y misterio, mantiene el drama de la sociedad de la época lo más profundamente que es capaz de hacerlo el autor. Nos muestra los sentimientos de las gentes de la época a través de los personajes, y posiblemente, radica ahí el centro de la obra en un sentido humano.

La obra tiene mucha más embergadura y trascendencia de lo que parece pues nos lleva a ver momentos de la historia que hemos olvidado o que se ha hecho por olvidar, momentos en los que existía un espíritu de unión, de valentía. Nos hace ver que ambientando una historia en 1811 también se pueden escribir cosas no sólo bien contextualizadas históricamente sino que tienen ese toque propio de las grandes obras de espionaje.

Vemos al leer la obra que el personaje central escoge, en la medida que le es posible, libremente su forma de actuar, y esa libertad es algo que caracteriza a la mayor parte de los personajes aún a sabiendas de como terminará la historia y como presumiblemente finalizarán unos y otros.

Está claro que la obra reconoce mediante un gran trabajo de documentación las ideas y hechos de la época, pero no sólo eso, nos hace viajar y sentir los logros y fracasos de todas las partes que se vieron implicadas en el conflicto. Ciertamente, nos muestra que esa época como otras forma parte de nuestra historia y no debemos olvidarla, no debemos olvidar a ninguno de esos contendientes representados por los personajes que Amando Lacueva nos ofrece como viajeros que llegan a través de las palabras y del tiempo.

Si necesito comparar esta obra con algo, la compararía con un barco olvidado en medio de un gran océano que es la historia. La obra es una batalla contra la ley del tiempo para recuperar lo perdido de nuestra historia y mostrárnoslo de algún modo para que no olvidemos.

De hecho, la obra no se puede negar que nos abre los ojos a la historia mediante una muestra de nuestro pasado. Es un anuncio de algo olvidado que el autor nos invita a leer, a compartir, a meditar con parsimonia para defender la historia y los hechos que han sucedido en nuestro pasado pero que se han olvidado.

En definitiva, la obra es una lectura imprescindible que nos invita a ser algo más que observadores de la historia, nos invita a ser historiadores y a luchar como los protagonistas por ser parte de la historia, cada uno en la manera que le es posible. La verdad que la obra me ha encantado pues se ajusta en gran medida a los hechos sucedidos en ese lugar y tiempo, y logra hacerlos cercanos a los lectores. Es una obra afortunada, una obra que realmente llega al lector y le hace retroceder 200 años con una facilidad pasmosa.

Podéis también escuchar el podcast en: http://www.ivoox.com/2601318. Del mismo modo que lo podéis encontrar en el "AREA PODCAST" de este mismo blog con el nº 20.

2 comentarios:

  1. Unas palabras que se valen un 10. Sigue escribiendo comentarios semejantes y seguro que te contratan en una editorial.

    ResponderEliminar
  2. Abiel, no creo que ninguna editorial me vaya a contratar, peor se agradece que de alguna forma les estés sugiriendo que lo hagan. La verdad, sería un trabajo interesante de hacer, y que ya he hecho y hago de forma personal para algún escritor.

    ResponderEliminar

Aquí puedes dejar lo que te parece cada uno de los comentarios.