Creo recordar que la primera vez que escuche de Catulo y de Marcial fue en una obra de teatro en la que participé "O Achado do Castro". Tiempo después a mis manos llegaron tras ganar un concurso de relatos como premio el libro de este comentario "Poemas" y las "Fabulas" de Fedro. Como en el caso de la obra de Pedro está también es un buen vehículo para aprender latín y también para hermanar y no dividir pueblos ligüísticamente hermanos. Es, además, el número 1 de la colección "Clásicos en Galego" que en su momento publicó la Punta de Galicia.
Una obra hoy en día clásica y olvidada, pero que en su tiempo fue novedosa al alejarse del formato de poesía y contenidos de su época. Es Catulo uno poeta más cercano a los poetas actuales que a los de su época y eso convierte esta obra en una obra de gran interés pues hace más sencillo conocer el germen de la poesía actual, la de hoy. Una poesía la de esta obra que va más allá del simple ocio si no que es cosmopolita y con un profundo mensaje social.
Es una poesía elegante, refinada y que dibuja aquello que debe inevitablemente ser contado: un nuevo ideal estético y de contenido en la poesía. Un ideal que se asienta en la guía de Calímaco pero que como Marcial nos termina mostrando la sociedad de su época empezando por amigos y conocidos.
También habla del amor, de la lujuria, de la mala fortuna, de lo sagrado, de la amistad y de la tristeza por la desgracia de su amigo. habla de todo ello tanto desde la docilidad como desde la vorágine de la pasión abriendo un camino en la lírica tan sútil que sólo un verdadero genio lleno de intuición podría realizar.
Más cualquier cosa que yo diga no significa nada, como tampoco lo que otros os digan, juzgad vosotros después de su lectura.
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