Algunas veces se habla de obras extensas o de novelas medianas. Otras veces se puede hablar de obras de teatro más o menos extensas. En este caso hablaré de un relato, de una historia de 26 páginas.
¡Si habéis leído bien 26 páginas!
Pues 26 son las páginas que Alexander Copperwhite nos entrega en esta obra que quizá como ya he dicho no es una obra extensa, una novela de un mínimo de palabras y páginas con muchos y variados capítulos y mucha tensión para el lector.
Lo que el autor nos ofrece en esta obra, lo que nos entrega, es un relato misterioso, intrigante, lleno de fantasía. Un relato que sería digno de un pequeño guión para una película o cortometraje donde alguien le hiciese una presentación del tipo de aquellas que hacía Alfred Hitchcock en "Alfred Hitchcok Presenta"…
Así que continuando mis palabras anteriores, tengo que decir que la historia esta llena de intriga y a medida que yo iba avanzando en su lectura me enganchaba con el deseo de saber que vendría después. ¿Cómo lo ha conseguido Alexander Copperwhite? Lo ha logrado con un relato lleno de descripciones únicas e increíbles. La ciudad, su ambiente, los sucesos que rodean a los personajes… El autor nos los presenta de una manera llena de misterio y la la vez sencilla peque que mediante un descripción clara aumenta el interés de cada uno de nosotros como lectores haciendo que lleguemos a disfrutar con la historia que nos está contando.
Aunque es un relato, tiene todos los elementos de una buena historia: intriga, misterio, elementos que transmiten tensión al lector mediante la capacidad de descripción, una evaluación clara y concisa de circunstancias, un encuadre directo… Si soy sincero me apenó que no fuera una obra más extensa de lo que es.
Así que os animo a echarle un vistazo.
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