Algunas veces uno debe tropezar con cajas desgastadas por el tiempo o arcones perdido en un desván que se retiran e incluso se desechan para descubrir obras de esas olvidadas pero que son inolvidables.
Encontrar libros del pasado en el presente es algo maravilloso. Incluso cuando son de colecciones de libros que uno inició, terminó y por diversos motivos perdió ejemplares. Lo triste es cuando uno descubre que a un libro le han quitado una página pues en ella tenía o la firma del anterior dueño o el sello de una biblioteca, colegio o instituto. Es lo que me ha sucedido con este libro o es lo que me pareció inicialmente. Por suerte no fue así.
Mucha gente en el pasado me recomendó esta obra como una obra que va entre "Mujercitas" de L. M. Alcott, "Ana de las Tejas Verdes" de L.M. Montgomery o "Heidi" de Johanna Spyri. Más aunque tienen elementos comunes en lo profundo lo que se transmite al lector en la obra es muy distinto o no exactamente lo mismo.
Es cierto que todas ellas tienen un ritmo romántico, juvenil y atractivo al lector incluso en sus instantes más oscuros, pero la diferencia radica en la aptitud y actitud, muy a lo Van Gaal, de "siempre en positivo y nunca negativo" en todo momento y circunstancias de la narración. No sé hasta que punto eso es bueno para lectores actuales aunque a mi no me haya afectado.
Por otro lado, si Tolkien mostraba la sencillez victoriosa del bien con la humildad de los hobbits y C. S. Lewis a través de los niños que viajaban a Narnia y la humildad que trasladaban los personajes benignos que allí había. Aquí, en esta obra, Eleanor H. Porter lo hace en el mundo real en el que se mueve el personaje protagonista mostrando como uno individualmente puede ayudar a cambiar una sociedad que como la Tia Polly, que sigue las normas de la época, es como los fariseos en las historias de La Biblia o los politicos y entes sociales hoy: algo lleno de rigidez social, educativa, económica y mucha hipocresía.
Con una narrativa que si me parece coincidente con las obras de Alcott, Montgomery y Spyri en cuanto a su sencillez y capacidad para llegar rápido al lector. Si creo que es una lectura ideal para lectores que quieran analizar su transfondo moral y espiritual pues su tono da un toque de atención a los adultos mientras hace disfrutar a los jóvenes.
La verdad es un libro que me ha encantado y que recomiendo leer tanto individualmente como en clubes de lectura a jóvenes y a adultos.
Si lo encontráis espero disfrutéis de su lectura en la edición que sea. En mi caso fue la edición de Colección Historias Selección de la Editorial Bruguera.
