Existe quién dice que la fantasía es un género que siempre podemos regalar. Algunas veces es así por que permite abrir puertas y seguir senderos que cada uno de nosotros tal vez no seguiría por iniciativa propia.
La fantasía o los mundos de fantasía están llenos de peligros, he escuchado más de una vez y en esta obra es muy cierto.
El primer peligro es abandonar la lectura al inicio de la misma. Es algo que puede suceder con facilidad por la percepción que se tiene de la novela en los dos o tres primeros capítulos. La intriga y los personajes permiten que crucemos ese área peligrosa, si la suerte nos acompaña, para si tenemos valor aún continuemos ese viaje entre palabras. Es un libro en ese aspecto, el de imprimir valor en el lector, que me sorprende gratamente.
No estamos ante un "Juego de Tronos". No, la autora en el momento de crear la obra no es Martin, ni el Salvatore de los Reinos Olvidados o Weiss y Hickman con su Dragonlance, pero cuando inicié la obra no esperaba ni quería que lo fuese. Deseaba algo un tanto distinto. Lo que yo esperaba era una obra fresca, vibrante, que despertase mi interés como lector y mi anhelo de volver a escribir algo de fantasía como autor (tengo mi propio mundo de fantasía un poco dormido). Eso lo obtuve en cierto grado.
De hechos una obra que no hace mucho he sugerido a unos amigos que hacían un curso de escritura creativa de obras de fantasía como lectura a partir de la cuál hacer surgir relatos e historias propios usando alguna de sus frases como llama iniciadora del fuego creador. Y, no hablo para nada de plagiar la obra, ¡válgame el cielo sugerir tal cosa!
Así que teniendo en cuenta el comentario hecho hace algún tiempo en el Podcast Annavalaina (https://www.ivoox.com/podcast-annavalaina-t3x02-gigantes-del-sueno-i-audios-mp3_rf_8501740_1.html) y lo anteriormente dicho, concluyo que es una obra que vale la pena que leáis.
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