Algunas veces debeos mirar hacia a atrás. Hace cuatro años se realizó un programa sobre está obra en el podcast hermano de este blog, el Podcast Annavalaina (https://www.ivoox.com/2950471). Más volver a leer algunas obras puede llevar a seguir amando un libro o a relegarlo definitivamente al olvido.
Hoy me he encontrado con ese programa, con el esquema del guión y por consiguiente otra vez con el libro. Así, cuatro años después de ese programa, y después de que mi primer comentario escrito aquí desapareciese, subo aquí este nuevo comentario, pues creo que debía volver a aparecer. Es este un comentario totalmente nuevo y que complementa aquel que se realizó entonces en el programa del Podcast Annavalaina que a su vez contenía fragmentos del comentario que tenía en este blog.
Tengo por consiguiente que lanzarme a hablar nuevamente de este libro en un comentario que he de iniciar de este modo:
"Existen cosas oscuras en el mundo. Unas son visibles, otras permanecen ocultas en el alma de los hombres."
¿Por qué esta frase? Sencillo, por esa presentación que nos ofrece Francesa Miralles y que si soy sincero no me detuve a leer en aquella primera oportunidad con la debida atención y respeto, puesto que lo que quería era penetrar rápido en la historia de la novela.
Un mundo oculto en el interior de la Tierra, la magia, una joven que pierde a un miembro de su familia... Todos hemos visto esos elementos juntos o por separado en diversos autores desde Julio Verne hasta José Enrique Serrano Expósito, pasando por muchos de múltiples países y lugares. No es la primera vez que veo esos elementos, posiblemente a muchos os pase como a mi, en una obra de este corte, de este formato y temática. No será la última, y aunque llevo mucho tiempo sin centrar mi atención de lector en la literatura de fantasía si he podido reconocer que Alex Campoy lleva a cabo de forma cabal una gran recreación de un submundo de fantasía dentro de nuestro mundo tal y como en la antigüedad han hecho los mejores creadores de mitos y leyendas.
Como dice Francesc Miralles: "Toda primera novela supone adentrase en un nuevo territorio lleno de enigmas y sorpresas." Tiene razón en esas palabras. Además Tolkien más de una vez explicó tanto de palabra con por escrito que caminar por los mundos, por las tierras, de fantasía es tan bello como sorprendente y muy peligroso. Posiblemente el maestro Tolkien tuviese tanta razón como el propio Miralles. Mi experiencia me dice que lo es. Lo es para el escritor que como explorador omnipresente y teóricamente todopoderoso en ese mundo que ha creado como también para el lector incauto, o no, que se adentra en él. Si, en casinos escritor lector se cruzan sin reconocerse en ese viaje, es lo que sentí al leer nuevamente el libro. Un sentimiento que llegaba a mi por varias razones que convergían en la idea germen latente en la narración que se ofrece en la obra y el nacimiento de una historia.
Si, esta obra guarda en su seno esa emocional fuerza de la fantasía que algunos sienten de jóvenes quizá hasta los 20 años y después olvidan, pero que algunos la mantienen pues incluso pueden llegar a ser capaces de plasmar en papel una historia, mejor o peor, pero que queda ahí para generaciones venideras y gentes que continúan ese viaje aunque decidan no volver a ese mundo o incluso no escribir más, pues en el fondo como le pasaba a Tolkien con la Tierra Media y el conjunto de Arda, con las historias de ese nuevo mundo siempre surge en el momento mas insospechado ese retazo o amago de de relato que uno piensa que quedaría bien en ese mundo que uno ha creado.
Por todo ello mantengo lo que en el pasado dije en el programa, también con matices nuevos lo que sentí al leer, ahora por segunda vez, esta obra. No recuerdo si entonces lo dije, pero sería interesante una versión en cómic de esta obra o incluso un guión para llevar al cine o a la televisión.
Finalmente espero, amigos lectores, que tengáis la oportunidad de poder leerla y quizá disfrutarla, pero espero que no lleguéis jamás a odiar ese vendaval creativo con el que Alex Campoy toca nuestro rostro a través de esta obra y esos mágicos momentos que guarda en su interior.
Un mundo oculto en el interior de la Tierra, la magia, una joven que pierde a un miembro de su familia... Todos hemos visto esos elementos juntos o por separado en diversos autores desde Julio Verne hasta José Enrique Serrano Expósito, pasando por muchos de múltiples países y lugares. No es la primera vez que veo esos elementos, posiblemente a muchos os pase como a mi, en una obra de este corte, de este formato y temática. No será la última, y aunque llevo mucho tiempo sin centrar mi atención de lector en la literatura de fantasía si he podido reconocer que Alex Campoy lleva a cabo de forma cabal una gran recreación de un submundo de fantasía dentro de nuestro mundo tal y como en la antigüedad han hecho los mejores creadores de mitos y leyendas.
Como dice Francesc Miralles: "Toda primera novela supone adentrase en un nuevo territorio lleno de enigmas y sorpresas." Tiene razón en esas palabras. Además Tolkien más de una vez explicó tanto de palabra con por escrito que caminar por los mundos, por las tierras, de fantasía es tan bello como sorprendente y muy peligroso. Posiblemente el maestro Tolkien tuviese tanta razón como el propio Miralles. Mi experiencia me dice que lo es. Lo es para el escritor que como explorador omnipresente y teóricamente todopoderoso en ese mundo que ha creado como también para el lector incauto, o no, que se adentra en él. Si, en casinos escritor lector se cruzan sin reconocerse en ese viaje, es lo que sentí al leer nuevamente el libro. Un sentimiento que llegaba a mi por varias razones que convergían en la idea germen latente en la narración que se ofrece en la obra y el nacimiento de una historia.
Si, esta obra guarda en su seno esa emocional fuerza de la fantasía que algunos sienten de jóvenes quizá hasta los 20 años y después olvidan, pero que algunos la mantienen pues incluso pueden llegar a ser capaces de plasmar en papel una historia, mejor o peor, pero que queda ahí para generaciones venideras y gentes que continúan ese viaje aunque decidan no volver a ese mundo o incluso no escribir más, pues en el fondo como le pasaba a Tolkien con la Tierra Media y el conjunto de Arda, con las historias de ese nuevo mundo siempre surge en el momento mas insospechado ese retazo o amago de de relato que uno piensa que quedaría bien en ese mundo que uno ha creado.
Por todo ello mantengo lo que en el pasado dije en el programa, también con matices nuevos lo que sentí al leer, ahora por segunda vez, esta obra. No recuerdo si entonces lo dije, pero sería interesante una versión en cómic de esta obra o incluso un guión para llevar al cine o a la televisión.
Finalmente espero, amigos lectores, que tengáis la oportunidad de poder leerla y quizá disfrutarla, pero espero que no lleguéis jamás a odiar ese vendaval creativo con el que Alex Campoy toca nuestro rostro a través de esta obra y esos mágicos momentos que guarda en su interior.
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