Más allá de cualquier sentimiento religioso en esta obra el autor nos ofrece testimonios místicos de todos los tiempos tocando o no la religión. Con ello nos invita a contemplar el mundo con otros ojos; y, esa contemplación libre nos otorga el poder para abrir las puertas a la luz de lo verdaderamente real.
Nos habla de experiencias personales como también de ese toque de lo invisible que transforma nuestra existencia y hace crecer la fuerza cognoscitiva de nuestro espíritu.
Trasladándonos a las cimas de las montañas espirituales que otros alcanzaron antes, el autor, trata de soltar nuestra forma de expresarnos ara aumentar nuestra visión del mundo haciendo que el alma, el espíritu, se ilumine como una estrella.
Con esta obra nos hace Melloni ver que todos somos místicos si sabemos mirar las cosas con los ojos del corazón, liberando nuestros sentidos y olvidándonos de los límites de la realidad.
Nos habla de la existencia y la no existencia de la liberación de la verdadera esencia de nuestro Yo profundo. Nos habla de esas experiencias que van más allá de nuestra común percepción. Nos enseña a ver inclusive en nuestro rostro el rostro del místico con la fuerza de la serenidad y la mirada del conocimiento de lo que hay más allá.
Se podría decir que los 33 testimonios que conforman la obra componen un camino espiritual fuera del concepto religioso, un camino psicoanalizado por la razón que envuelve la opaca la realidad. Nos habla de la claridad mística de la entrega a los otros como un don que nos facilita una capacidad real de agradecimiento espiritual.
Es recomendable su lectura pero muy teológico en su forma de presentarse al lector en su conjunto narrativo y en su mensaje.
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