Si así llega a vosotros creo que debéis averiguar que historia os quiere contar. Yo así lo hice. No me arrepiento de ello, por ahora…
En estos tiempos que corren leer novela negra es lo apropiado en muchos aspectos para enfrentarnos al mundo que nos rodea, tanto para lo bueno como para lo malo. Es esa razón que inicié su lectura con la valentía del que inicia una aventura que unas veces puede ser muy prosaica, aburrida e incluso lenta, pero otras veces se convierte en algo realmente maravilloso e increíble. Una cosa si es cierta que te terminen o no gustando esta novela siempre podrás aprender algo de ella, y eso en todo caso es positivo para el lector.
El misterio, la intriga, el ambiente propio de un thriller que rodea la historia y los personajes en cierto sentido y tiene la facultad de enganchar al lector, si tú como lector consigues ir un paso más allá de lo básico de la novela, del mismo modo que lo hacían las películas de Alfred Hitchcock.
No es simplemente una novela entretenida sin más, pues si pensamos sólo en el entretenimiento es seguro que muchos lectores no avanzarán en su lectura, no les gustará y les será difícil de terminar, y es posible que ha alguno de vosotros le pueda pasar a pesar de este aviso que doy. Como en una película hay que mirar en profundidad, algunas veces a lo que está en segundo plano de lo que es aparentemente principal. Es ahí donde cada uno de nosotros como lector descubrirá la documentación que hay detrás de la historia, la forma de narrar sencilla y ágil que nos aproxima al thriller de la historia de forma que incluso invita a que viajemos a Valladolid a recorrer esas calles que se descubren en el libro. Yo lo he hecho, y de eso no me puedo arrepentir, me ha hecho ver Valladolid de otro modo distinto. Con la mirada del detective, del policía, del investigador, pero también con la mirada oscura, terrible y ominosa del criminal. Así he podido ver lugares y detalles que de otra forma me hubiesen pasado totalmente desapercibidos.
Creo firmemente que esta es de esas obras que se debería de llevar al cine, no al estilo que se le dan muchas veces a las películas y series de misterio, sobre todo en España, si no dándole ese aire que recuerde al Hitchcock profundo que los espectadores y los lectores tenemos en mente cuando vemos una de esas películas suyas ya clásicas o alguno de sus libros.
Esta obra es una narración poética en formato narrativo de un crimen, algo a lo que se le puede poner un sonido propio, directo y atractivo.
Es más puede este autor como hacen los autores nórdicos no sólo puede narrarnos un crimen si no también aproximar al lector a la sociedad que rodea la historia que nos narra en aspectos sociales, políticos, económicos, musicales haciendo lo que narra todavía más cercano a cada uno de nosotros. La hace de forma que consigue que por momentos el lector olvide el tema principal de la historia, el crimen, y piense en la propia ciudad. Ello es sencillamente interesante pues se le otorga a la ciudad también un cierto sentido de personaje, de colaborador necesario para la historia que se nos traslada. Eso lo hicieron otros autores antes, algunos incluso convirtieron a la ciudad en protagonista central de la historia y a los personajes que pululan por ella en personajes secundarios que son precisos para lo que se ha de contar, y ese juego como lector si te das cuenta de ello es algo que se ha de agradecer, pero que es muy arriesgado si se deja a medias tintas o al lector le parece que ese juego está incompleto.
Por eso me parece apropiado hacer que seáis participes de la lectura de esta novela, y de que la disfrutéis si os es posible.
P.D.: Sobre este libro se realizó un programa en el Podcast Annavalaina que podéis, si tenéis tiempo para ello, escuchar: http://www.ivoox.com/12379128.
Muy interesante :D
ResponderEliminarAndrea, si lo lees seguro que te intriga.
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