Lectores y amigos que seguís este blog:
No hablaré sobre este libro por que me guste. No hablaré por que me lo pidan o soliciten. No hablaré para la vanidad del autor, o la mía propia. No hablaré para los vagos, estúpidos petulantes, ni para los que soportan las mentiras de unos o las adulaciones…
Hablaré de esta obra. Hablaré porque sí, porque me da la gana.
En cierto modo "Sin noticias de Gurb" nos habla acerca de los hombres buenos, de la gente que sufre una larga historia, una historia contada para prender la llama de ese fuego encendido por el panadero para crear ese pan de esperanza para los que sudan, lloran sufren en este mundo.
no debemos temer al llamar la atención sobre la evolución de la narración, la disposición del texto y el tono del lenguaje usado por el autor. Bajo un patrón humorístico Eduardo Mendoza contribuye a sumergirse en el mundo social de forma relajada con un lenguaje rápido, fugaz, sin artificios y virtuoso. Así su forma de hablar del mundo se puede incorporar a la línea literaria de la novela de postguerra. Logrando, sin duda, recrear con ese lenguaje sarcástico imagines de gran fuerza.
El autor con ese humeo triste y abandonado, con esa visión del mundo desencantada, consigue distanciarse de lo que le rodea para de forma que recuerda a Voltaire observar y hablar de la sociedad de la época.
Una obra que sorprende incluso, por momentos, al lector por su lirismo implícito en un narración casi poética, recia y vital.
La leímos hace mucho tiempo, ya casi nos acordamos, aunque sí recordamos que nos gustó mucho. Ahora estamos con El enredo de la bolsa y la vida.
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