sábado, 13 de junio de 2015

"ATLANTIS: Proyecto Tarsis" de José Enrique Serrano Expósito.

Amables Lectores:

Quiero parafrasear cierta parte de "Blade Runner" no copiando el texto pero sí emulando el mismo en cierto modo. Tengo que decir sobre esta obra lo que sigue:

“Yo he visto cosas que ninguno de vosotros podría creer:
Luchas en ciudades y tierras incendiadas más allá de la imaginación del hombre común…
He visto la magia brillar en la oscuridad cerca de los Albores del Tiempo y el Espacio…
Todos esos momentos se perderán en el olvido… en el tiempo, como lágrimas de tinta en las blancas páginas de papel… como la tinta de un libro que se pierde diluida en la lluvia...
He visto también la hora, de morir... los sabios y los héroes, los pobres y los ricos... los seres que todos vemos ante nosotros en este mundo visible y también aquellos que están ocultos en los mundos invisibles, los reales y los imaginarios...
He visto el tiempo en que todo se inicia y termina...
Más no he sido visto yo en ninguno de esos momentos... tampoco quizá lo sea ahora.”

Podria ser que con esas palabras se pudiese resumir en parte lo que he visto aparecer en esta obra. Una obra que me ha recordado un par de novelas y también dos o tres películas. Su verdadera magia está en aquello que nos atrae a leerla. Un atractivo que podemos encontrar en dos temas: La Atlántida y Tarsis.

Nombres que el ser humano ha convertido en un mito, en leyenda, en un recuerdo de lo que una vez existió pero que yace oculto en uno de esos rincones que muchas veces dejamos de lado. Ahí podemos ver lo que nos va a hipnotizar inicialmente de esta novela. Algunos dirán que en el presente no hay una Edad Oscura, pero a pesar de los avances en las comunicaciones la respuesta que yo puedo dar es y será siempre: “¡Mirad, La Verdad está ahí fuera!”. Pues es en ese mundo exterior donde al final siempre se desvelan los secretos y las olvidadas leyendas, donde aquello que una vez fue puede salir realmente a la luz.

Esta novela no nace para permanecer en el olvidado tiempo colocada en una oscura balda. No nace para que volvamos a tratar de buscar y encontrar míticos y legendarios lugares. No a mi ver nace para mostrarnos que esos lugares todavía están ahí esperando por cada uno de nosotros si tenemos el valor y la valentía de iniciar el camino.

Decía en cierto libro de Tolkien: "El Camino sigue y sigue…" Un camino que nace siempre y todos los días desde la puerta de nuestra casa. Más vivimos engañados y creyendo algo ha de ser de una forma concreta en los libros, en las películas en las series de televisión y en las obras de teatro. Lo vemos todos los días también en el mundo real, pero no siempre se cumple tal y como debería pasar. 

Es por esa razón que quizá está obra como otras que antes existieron sobre temas semejantes nos parezca tan extraña como cuando tras descubrir ruinas submarinas en el sur de Andalucía se habló del “descubrimiento” de posiblemente la Atlántida o la Tharsis hispana de la que se hablaba en algunos antiguos textos fenicios y griegos.  “¡Oh, los fenicios y los griegos! ¡Los grandes viajeros del Mediterráneo!”, recuerdo que decía un profesor de Historia hace ya mucho tiempo cuando nos iniciaba en las cultura del Mediterráneo.

He visto luchas en ciudades y tierras más allá de la imaginación de muchos hombres, hombres inteligentes pero que viven centrados en un mundo que aleja todos esos mundos como meros lugares literarios… Más cualquier visión materialista se olvida que el ser humano necesita una visión espiritual y cuando no la tiene la busca en otras cosas no siempre buenas o positivas.

He visto brillar la magia en la oscuridad pues es precisamente esa Luz la que ofrece esta obra a los lectores. Nos invita a ser como unos Indiana Jones que se adentran en ese profundo y oscuro pasadizo de la historia que permanece más en la sombra. Nos invita a curiosear en nuestro pasado, en el pasado de nuestro Planeta, en lo que sucedió en tiempos remotos o no tan remotos. Nos invita a buscar la Verdad. No esa verdad que se nos ofrece ya masticada cuando estamos en el colegio, en el instituto, en la universidad. No esa verdad que nos ofrecen los medios de comunicación en un 95% de su programación. Esta obra nos invita a hacer una investigación arqueológica personal para tratar de buscar esa Verdad que está ahí fuera, en algún lugar, a la vista de todos pero que no somos capaces de ver. 

Junto a todo un mundo de posibilidades infiltrados en este libro el autor nos entrega otros temas a investigar, a conocer, y otros sueños que recorrer lejos de los riesgos de la vida real, muchas veces adormecida y siempre tocada por esa nota roja de la muerte. 

La historia que se nos traslada en esta obra hace a nuestras miradas viajar por el blanco país donde habitan las letras, las palabras, las frases... Nos arroja por la madriguera del conejo blanco, para que como Alicia viajemos por un mundo de maravillas que nos enseña a mirar las maravillas que hay en este mundo que nos rodea al otro lado del cristal de la ventana en los paisajes que vemos realmente, a diario, y en los paisajes invisibles en los que podemos convertir esos lugares que tenemos ante nuestros ojos. Nos lanza a una costa como si fuésemos náufragos del destino, como si fuésemos cada uno de nosotros un Robison Crusoe o mejor a un un Gulliver abocado a vivir extrañas aventuras.

Espero que estas palabras sirvan para que leáis no una vez esta obra y sea para nosotros inolvidable.


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