jueves, 25 de febrero de 2010

"Los Sillin y los Ingullin" de José Enrique Serrano Expósito.


Lectores:

Las variaciones narratológicas que componen los temas de esta obra versan, desde la fantasía, sobre motivos culturales, sociales y morales que a primera vista deberían ser tan simples como conocidos por todos. Es por esa diversidad que muestra esta obra que las particularidades que diferencian a los Sillin y los Ingullin son como las que los lobos y las ovejas para una pulga. Me explico me refiero a que si miras como vería una pulga un lobo o una oveja las diferencias no serían tan grandes como si los miramos a su mismo nivel. Para que se entienda mejor eso de las particularidades... Si un occidental no acostumbrado mira a un chino y luego a un grupo de chinos u orientales, normalmente le parecerán iguales aunque muchas veces pertenezcan a etnias distintas. Eso pasa si miramos a los Sillin y los Ingullin a nivel superior o inferior, los veremos iguales unos a otros aunque son diferentes entre ellos.

Los fenómenos, hechos, situaciones y comportamientos, a pesar de su fantástica diversidad, nos lanzan de forma irremediable a la esfera de la magia y el encantamiento propia de los cuentos, a la esfera de la imaginación y la fantasía sin manipulaciones encaradas al lector, sin los horripilantes dramas del terror y sin la idea competitiva de nuestra sociedad. Sin embargo, el autor tiene en cuenta los dramas de nuestra sociedad, la competitividad, y la manipulación por parte de ciertos elementos sociales, nos reenvía de una forma invisible pero no carente de significado las reglas, normas y valores que hay en nuestra sociedad como también las reglas, normas y valores que en realidad nos deberían de guiar.

En lugar del mundo real nos traslada la obra a un lugar más o menos fantástico desde el que se nos traslada un mensaje moral que lleva tiempo olvidado en nuestra sociedad mundial. La obra es una gran metáfora con gestos que pretenden mostrarnos a través del modo tradicional de la fantasía las caras antagónicas de nuestra propia realidad. En el fondo, como toda creación mito poética copia el orden natural de nuestra sociedad, de nuestras experiencias, y de nuestra moral, para hacernos captar los puntos donde cometemos errores.

No he señalado las semejanzas y diferencias entre los Sillin y los Ingullin, pues a ambas razas las coloco en nuestro interior predominando unas veces más una que otra en nuestra vida y espíritu. Por eso, después de leer esta obra me he dado cuenta de toda la competitividad, ataque, oposición, tensión, duelo, lucha, rivalidad y un largo etcétera que hay no sólo en nuestra sociedad sino también dentro de nosotros mismos.

La obra, así, se nos presenta bajo una vertiente nueva de fantasía educativa donde se pueden aprender los derechos y deberes que tenemos conferidos como miembros activos de la humanidad. Nos muestra que debemos recordar que hay otros seres vivos y personas que están ahí, a nuestro alrededor. Y, eso hace de esta obra algo mágico y especial pues nos enseña sobre los valores que deberían predominar en nuestra sociedad desde nuestro propio yo y nuestra casa hasta el resto de los seres (humanos y no humanos) que habitan nuestro mundo y nuestro mundo.

Creo que es una obra que nos lleva con su lectura a alejarnos de malevolentes ideales para participar unidos en la renovación de todo lo que nos rodea.

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