viernes, 24 de julio de 2009

Elliot y las Piedras Elementales (Libro- Joaquín Londáiz Montiel)


Este que sigue es el comentario humilde que he hecho sobre este libro:

"A la hora de comentar dividiré el comentario en dos partes: la apariencia exterior, y el contenido de la obra.

Conseguir un producto atractivo se basa muchas veces más en la apariencia que en el contenido. En base a eso voy a decir que inicialmente el lomo de la sobre cubierta no es especialmente atractivo para el lector incauto que busca algo que leer y sí es muy legible para aquel lector que busca el libro por la historia que contiene. Algo similar sucede con la portada de la sobre cubierta donde lo que más resalta es el título y el dragón saliendo de un espejo. Inicialmente, para alguien que coge por primera vez un libro de Elliot no parece una portada muy relacionada con el título aunque posteriormente tras ir leyendo vayamos viendo la relación. Lo que es, en sí misma, la cubierta del libro, tapas y lomo, si que me parece atractiva aunque me transmite frío y me hace pensar en el invierno.

El formato clásico del texto me parece adecuado y fácil de leer en tamaño lo que hace la acción de leer el texto más atractiva y amena.

La obra tiene ciertas similitudes obvias con las de Harry Potter, pero a la vez es muy distinta en argumento. El misticismo, la magia, la religión y la filosofía se perciben como entes ocultos bajo las palabras en la novela, una novela que enlaza con doctrinas míticas por su carácter imaginario, intuitivo, y racional. dicho carácter intuitivo, imaginario y racional aparece dado por la convinación de elementos míticos diversos, la capacidad para hacer al lector participe de lo que va a suceder (por ejemplo, cuando entran en la mina de Odrik se ve venir que Silexus no volverá a salir de ellas), todo ello enlazado en una nueva forma de percibir nuestro mundo y sus mitos (como el del monstruo del lago Ness).

Vamos a descubrir que la raíz de la creación del ifrit enlaza con las ideas de algunos alquimistas medievales de que convinando tierra, aire, agua y fuego con polvo de la "piedra filosofal" podían crear una entidad viva. En el caso de la novela lo hace un mago y su "piedra filosofal" es la magia y la entidad es un ser de características diabólicas con poder sobre los elementos, en alguna mitología y también en algunos otros libros de fantasía los llaman ephret, en tu obra es un ifrit (creo que filológicamente son lo mismo o se parecen mucho). Vemos, por lo tanto, una reminiscencia de la filosofía presocrática de Heráclito en la que cada elemento es distinto y no compatible con otro, así el fuego procede del aire, el aire del agua y esta de la tierra. Nos muestra también una antidestrucción cuando Tánatos crea su fortaleza dado que la descripción casi poética de la misma recuerda más la destrucción de algo (como la Atlantida) que la creación.

La personalidad del ifrit viene dada por la desesperación del caos que produce en el resto, y su lamento ante la imposibilidad de vengarse de todos los objetos de su odio. "Se nutre de lo rara que es la verdad de la naturaleza, y nada resiste a ser segado por su guadaña" y, sin embargo, el protagonista principal Elliot lo resiste, y su valor es alabado por desafiar la cruel mano del ifrit.

Por otro lado, encontramos las piedras elementales, cuatro piedras con los poderes de los cuatro elementos capaces de reinstaurar la armonía al ser unidas.

En su conjunto y bajo el manto de la fantasía y la magia nos encontramos con la filosofía de Empédocles. Tenemos el concepto de Amor ( Armonía) y Lucha (Caos) en perpetua conforntación (lo que también me recuerda otras obras de fantasía como las de Michael Moorcock) a través de los elementos tierra, aire, fuego y agua. Nos habla de periódos en que predomina la Armonía, y otros como en el que se ambienta esta novela en que predomina el Caos. Así como el ifrit fue el desencadenante del ciclo de Caos en la obra, serán las piedras elementales las que hagan prevalecer la fuerza de la Armonía.

Está claro que la originalidad de esta obra, aparte de su estructura, consiste en la doctrina de los cuatro elementos y en el empleo de los principios de la Armonía o Amor, y del Caos para narrar una historia interesantecon una buena ambientación que en algunos momentos me recuerda a Margaret Weis o a R.A. Salvatore.

Con un argumento como este no se debe esperar nada especialmente nuevo, pero si distinto, claro, con solidez y profundidad filosófica. Porque, en efecto, nos encontramos ante la última obra de un conjunto de novelas cuyo protagonista preferencial es Elliot Tomclyde y la percepción distinta de nuestro propio mundo. Creo que lejos de opiniones controvertidas es una obra que puede ser de interés para los más jóvenes y acercarlos a la filosofía desde los mundos de la fantasía.

De la Saga a la que pertenece este libro hay podcast. Lo podéis escuchar en: http://www.ivoox.com/1569316. Del mismo modo se puede escuchar el programa previo al del podcast en YouTube: https://youtu.be/ATUoEcTCZ84.

1 comentario:

  1. Me ha gustado el comentario y deseo adquirir la saga...
    Felicidades por el trabajo.

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